@ellibelares
Es una declaración de guerra contra el Papa actual, los posteriores a Pio XII y a la Iglesia Católica en su conjunto. El escrito que anuncia el cisma lo firma la madre abadesa sor Isabel de la Trinidad en nombre de las 16 monjas que integran la Orden de Hermanas Pobres de Santa Clara, con presencia en Belorado (Burgos) y Orduña (Bizkaia). “A partir de hoy, día de Nuestra Señora de Fátima del año 2024, nuestra comunidad (Belorado y Orduña), saliendo de la Iglesia Conciliar a la que pertenecía, pasa a formar parte de la Iglesia Católica bajo la tutela y jurisdicción de su Ilustrísima Reverendísima Dr. Don Pablo de Rojas Sánchez-Franco, Obispo legítimo de la Santa Iglesia Católica”, aseguran en un largo manifiesto que ha movido los cimientos de la Iglesia vasca y burgalesa.
Las religiosas detallan a lo largo de su manifiesto su malestar con la Iglesia, con la “cátedra de Pedro” a la que acusan de haber llenado de “contradicciones, lenguajes dobles y confusos, ambigüedades, lagunas de doctrina” estos tiempos de “tempestad”, que lejos de amainarse se ha embravecido hasta extremos inimaginables en los últimos meses. Y están convencidas de que «nos van a llamar herejes y locas».
Las religiosas anuncian que abandonan la Iglesia “conciliar” debido a lo que consideran una “persecución” que sufren y los “palos en las ruedas” que se les están poniendo a su comunidad para la venta de un convento en Derio y para lo que no se les habría concedido “licencia y que también se les habría impedido por parte de la Iglesia “cumplir con los pagos” del monasterio de Orduña y rescindir el contrato de compraventa “sin previo aviso” después de tres años.
Un lío de padre y muy señor. El obispado de Vitoria y el arzobispado de Burgos preparan medidas tras el intento de «cisma» de la Iglesia Católica por parte de las monjas Clarisas de Belorado y Orduña. Las hermanas han denunciado la «persecución» que sufren y han acusado a Roma de no querer concederles la «licencia de venta del convento de Derio», algo ante lo que han reaccionado las sedes religiosas rechazando la acusación «injusta e indiscriminada, de silencio y aquiescencia de los pastores».
Ante el anuncio de estas clarisas de abandonar desde el 13 de mayo la Iglesia Católica, «situándose bajo la tutela y jurisdicción del Sr. D. Pablo de Rojas Sánchez-Franco, excomulgado en julio de 2019», el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha advertido de la «gravedad» del acto por la sospecha de una posible comisión de un delito de cisma y de la pena canónica en que incurren, y pone en conocimiento de este asunto a la Santa Sede, al Nuncio Apostólico, al presidente de la Conferencia Episcopal, al presidente de la Comisión de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal y a los obispos de Vitoria y de Bilbao. Además, añade que se procederá según las indicaciones de la Santa Sede.
Nota final: La suya, la de Pablo de Rojas Sánchez, es una vida que se paró antes de que naciera. Hoy viste sotana, emplea el plural mayestático al referirse a sí mismo y se proclama obispo, pese a llevar un lustro excomulgado por la Iglesia católica. La ‘orden’ que lidera y fundó en 2005 propugna la pobreza, la castidad y la obediencia, pero él vive y ubica la sede de su organización en un piso de lujo más de 300 metros en plena Gran Vía de Bilbao, con capilla privada incluida. Se presenta como amante de los toros, sus adeptos le describen como alguien “siempre sonriente” y en su álbum de fotos no faltan imágenes en el Valle de los Caídos o de su abuelo junto a Franco con un “que en gloria esté” como pie.
En la gacetilla de mañana hablaremos de HOY, 19 DE MAYO.