@ellibelaresc
La Arcadia era ese lugar de fantasía que los poetas crearon para evocar un sueño de armonía y de paz, un estado perdido y deseado en el que el ser humano vivía en equilibrio con la creación, un lugar donde el hombre no se sentía aún desarraigado. Un lugar al que llegar movidos por esa perpetua llamada bucólica a la simplicidad, por ese mensaje de una felicidad posible.
Hesíodo, Teócrito, Virgilio, Ovidio, Dante, Petrarca, Rienzo, Erasmo, Sannazaro, Góngora, Schiller, Shelley, Goethe, Blake son un elenco de poetas reconocidos por la historia de Literatura universal que han evocado con emoción ese país de la imaginación y de la fantasía donde era posible la felicidad. El devenir cultural contemporáneo, desde hace unos días, nos ha proporcionado un nuevo poeta que en breve será promovido al Olimpo de los dioses y que también ensalza en sus versos las virtudes de ese lugar de ensueño que es la Arcadia. El bardo, para nuestro honor, es español, y de nombre Mariano Rajoy Brey, registrador de la propiedad, poeta emérito y arcádico y presidente del Gobierno español. Para nuestro poeta España es ese lugar imaginado donde reina la felicidad, la sencillez y la paz en un ambiente idílico habitado por una población de pastores que vive en comunión con la naturaleza. Mariano se inventa España y la salva. ¡Así se hace, y olé!
En el debate sobre el estado de la nación hizo su discurso idílico del año, una bacanal de euforia, vendiendo una España en la que no existen 2,38 millones de parados que llevan más de dos años sin trabajar, ni el recorte continuado de las prestaciones de desempleo, sanidad, becas y dependencia. Un país en el que la corrupción es un deporte, y como tal fortalecedora del espíritu y la mente. Para conseguir este estado idílico fue fiel a los sociólogos que le escribieron el discurso: ´Esto no lo toques, aquí no te asomes, de este tema huye´. Y así lo hizo, no recitó en endecasílabos sino en cuartetas.
Como buen narcisista don Mariano se mira a los ojos, en el espejo, y repasa en voz alta: ´Nos negamos a salir de la crisis a expensas de los pensionistas, los parados o la caja de la Seguridad Social´, ignorando deliberadamente que se ha fundido la mitad de la hucha de las pensiones. Lo repite varias veces, hasta que suena más o menos creíble. Los especialistas comunicativos de su gabinete le ha recomendado gesticular poco. La mentira, le dicen siempre, se transmite por el cuerpo, por ese maldito tic que te denuncia cuando mientes.
A don Mariano todos los países lo felicitan porque ha conseguido lo que nadie: Bárcenas no existe, ni Génova, ni las sedes del PP reformadas en negro, ni Gürtel; no hay privatizaciones ni hospitales saturados, no hay niños con hambre ni desahucios, no hay prebendas a los bancos ni manipulación mediática. Y eso lo plasma en tetrástrofos monorrimos.
Don Mariano no es un Larra ni un Byron, pesimistas ellos, todo al contrario, es un poeta optimista, positivo, de nuevo cuño. Se ha presentado en el Congreso como si las elecciones fueran mañana. Anduvo tan sobrado que hasta le sobraron los noventa minutos de discurso. Le habría bastado con subir y decir ´aquí estoy yo´, y os quiero decir que España era un país al borde de la quiebra por culpa de Zapatero, y que yo hice lo que tenía que hacer, aunque fuera duro, para evitar el rescate. Para ese evento ha utilizado octavas reales.
En este tema del rescate a nuestro poeta le salió la mejor vena poética de la que es capaz: el recurso al miedo escénico. Nos descubrió que a él y a su escuela poética se les da mucho mejor meter miedo que infundir esperanza, comunicar malas noticias que anunciar las buenas. Sabe nuestro poeta que la propaganda funciona mejor para asustar que para crear confianza, que la propaganda sirve para destruir y se vuelve inútil para construir.
A mí la poesía de don Mariano me desagrada profundamente por su oscuridad, por su insensibilidad, por su composición: no es ni tradicional ni libre, y cuando intenta el verso clásico lo convierte en auténticos ripios, carece de calor y de transmisión de valores. De seguir así quedará fatal cuando se presente a los Juegos Florales que organiza Dolores de la Mancha. Así y todo el triunfo lo tiene asegurados. Son así de sencillos.
Termino con una pregunta, don Mariano, ¿si todo va tan bien, por qué tenemos que seguir esperando a que nos llegue la bonanza?
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En la gacetilla de mañana hablaremos de RELIGIÓN EN LA ESCUELA.