@ellibelaresc
- O Felipe VI logra convencer de su utilidad más allá de una fracción ideológica, o la monarquía perderá la única ventaja que tiene sobre una República: sujetar simbólicamente el terreno de la disputa política. No es preciso poner mucho énfasis para que produzca un rechazo absoluto y sin matices ver a un jefe de Estado haciendo de comisionista. Un rechazo que yo calificaría de “constitucional”. De confirmarse, se trataría de una deslealtad a una Constitución a la que el rey Juan Carlos anudó su suerte política.
- La democracia le debe mucho al rey Juan Carlos, según hemos aprendido desde pequeños en los libros de historia y hagiografías televisivas que se hacen cada aniversario del 23F. Algunos historiadores y escritores tan cercanos a la Casa Real como Pilar Urbano también han evidenciado en algunos de sus libros que fue uno de los grandes conspiradores para que cayera Adolfo Suárez, pero eso queda en el baúl de los recuerdos malolientes de la Transición. Durante años hemos preferido lucir, como broche de aquella época, la épica de un monarca ordenando el cese de un golpe de Estado por televisión. Con el paso del tiempo, y han tenido que pasar 50 años, acabamos por saber que el rey emérito también le debe algo a la democracia, ya que ha sido capaz de acumular y recibir dinero durante ella a través de dos fundaciones offshore en la que aparece como beneficiario. Todas aquellas fotos con jeques, tantos amigos monarcas absolutos, tanta juerga y tanta campechanía que quizás tenían una cara b menos lucida y que se está investigando por lo judicial.
- Los inicios del reinado de Juan Carlos I en plena crisis mundial del petróleo no permitían equívocos: se le atribuye el acuerdo con Arabia Saudí por el que cobraría una comisión por cada barril de petróleo que importara España de la tiranía saudí. España condicionaba a este negocio ilegal la economía española en un momento tan frágil. Y ya sabemos cómo termina la historia: cuando un «ingenuo» responsable español de CAMPSA, entonces pública, consiguió en 1979 un acuerdo para importar petróleo kuwaití más barato, el Gobierno le llamó a capítulo porque ese tema no se podía tocar. España tenía que centrarse en la importación de petróleo saudí, aunque le saliera más caro porque a Juan Carlos I le salía personalmente más rentable. Son los mismos años en los que el rey Juan Carlos pedía al Sha de Persia dinero para financiar a UCD: el partido en el Gobierno, que garantizaba el negocio petrolero del propio rey Juan Carlos; el partido que se opuso a una consulta a los españoles sobre la monarquía porque, según Adolfo Suárez confesaría años después, la habrían perdido. La financiación ilegal de partidos políticos también empezó de su mano.
- Nada de lo que está pasando con Juan Carlos de Borbón se entiende sin el papel de la prensa, por su falta de fiscalización. Durante décadas, el rey de España ha estado fuera de control. Era inviolable en la Constitución. No podían juzgarlo los tribunales ni tampoco rendir cuentas ante el Congreso. A partir del 23F, del miedo a una involución militar, los principales medios de comunicación españoles llegaron a un pacto no escrito: proteger al rey para proteger la democracia, o al menos así lo quisieron presentar. Además de inviolable, el rey se convirtió en impublicable. No le tosía ni el ejecutivo ni el legislativo ni el judicial ni tampoco el cuarto poder, la prensa. La inviolabilidad del rey se transformó en una absoluta impunidad. Todo poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. Y eso es lo que ha pasado en estos años con Juan Carlos de Borbón. Ignacio Escolar.
- Es intolerable que, por un par de gestos ridículos de Felipe VI, pretendan que pasemos de largo el pago en negro de nada más y nada menos que 65 millones de Euros al rey Juan Carlos. Millones que ahora mismo le vendrían muy bien a la sanidad pública para comprar el material que no tenemos, y pagar a los profesionales que necesitamos. También les vendría muy bien a los trabajadores que la crisis está dejando en la calle sin alternativa. Y aún más, aparte de estos 65 millones y de todos los que consten en diferentes fundaciones en paraísos fiscales que van saliendo a la luz, no nos olvidemos de que esta institución no elegida, impuesta por el dictador genocida Francisco Franco, recibe cada año 60 millones más de los presupuestos del Estado, y que lleva décadas acumulado un patrimonio multimillonario que, para decirlo con claridad, habría que expropiar inmediatamente para ponerlo al servicio del pueblo trabajador en esta crisis.
- Que Felipe VI diga que renuncia a una parte de la herencia económica de su padre es reírse de nosotros. La herencia que nos preocupa es la de la propia Corona que viene de mano del dictador genocida Francisco Franco: esta monarquía y todo este régimen monárquico que, como se ve aún con más nitidez en momentos de crisis, asegura los intereses de los ricos a costa del pueblo trabajador y las mayorías sociales. Las muestras de cuestionamiento a la Corona, incluso en estas circunstancias, no han tardado en aparecer. En apenas unas horas se multiplicaban las convocatorias de caceroladas contra la monarquía o las recogidas de firmas exigiendo “que el dinero de Suiza vaya a sanidad” y que ya suman más de 130 000 adhesiones en apenas un día. No vamos a permitir que este nuevo escándalo pase inadvertido.
En la gacetilla de mañana hablaremos de ASÍ QUE PASE LA PESTE.